Dos Valijas para el Apocalipsis
ĀæPor quĆ© tengo dos valijas? He viajado muchas veces con solo uno. Hemos tenido aventuras increĆbles juntos. Pero nunca con dos. No, no, es demasiado. ĀæPor quĆ© pienso que necesito todas las cosas que estĆ”n en estas dos valijas? No, debe haber cosas aquĆ que puedo desechar.
Pero no hay. Necesito todas estas cosas porque no sé si voy a regresar⦠si puedo regresar.
Empezó con las tormentas de viento. HabĆa una tormenta por varios dĆas que vino a travĆ©s del mar Pacifico. Una tormenta de viento, pero no tiene ni siquiera una gota de lluvia. Fue como si la Tierra estuviera poseĆda; poseĆda con la rabia por la manera en la que todos los habitantes le tratan. Sin respecto. Sin cuidado. Sin amor.
DespuĆ©s de casi una semana, los vientos se calman⦠pero fue la calma antes de la tormenta real. HabĆa algo que se estaba formando en el mar. Al principio, estaba bajo la superficie. Solo los pescadores en el triĆ”ngulo coralino notaron el cambio. Pero nadie escuchó. Los tiburones ballenas se fueron. Los delfines se comportaron extraƱos, casi enojados. Y muchos peces que capturaron ya estaban muertos.
Y luego, sucedió. Un estruendo bajo el agua. Burbujas calientes crecientes a la superficie con mÔs peces muertos⦠y animales de las profundidades que nunca deben ver el sol.
La Tierra explotó. El Anillo de Fuego se convirtió en su nombre.
Las advertencias llegaron demasiado tarde. Si solo las personas hubieran escuchado a los pescadoresā¦
Las olas eran mĆ”s grandes de lo que alguien podrĆa imaginar, ni siquiera en sus peores sueƱos. Vinieron con fuerzas indómitas. Destruyeron todo en su camino. Las islas que habĆan existido por milenios se fueron. Millones de personas⦠se fueron. Vidas enteras borradas en un instante. No habĆa escapatoria. Solo la muerte.
Y ahora las olas estĆ”n viniendo por acĆ”. Tenemos que huir⦠aunque no hay una garantĆa de la sobrevivencia. Podemos morir en las calles congestionadas, tratando de huir, escuchando a todos los claxones enojados en lugar de los diosesā¦.
¿Qué dicen los dioses? ¿CuÔntas personas estÔn rezando ahora con la esperanza que alguien estÔ escuchando?
A los dioses les importa un carajo.
Tuvimos nuestra chanceā¦. por siglos. Y nos jodimos. Creamos un quilombo. Un quilombo de mierda. Es demasiado tardeā¦
Estoy parada en frente de mis valijas. ĀæCómo elegĆs cual memorias vale conservar? ĀæQuĆ© cosas necesitĆ”s para sobrevivir al apocalipsis, no solo fĆsica sino mentalmente? ĀæLa pistola? ĀæUn cepillo de dientes? Mi cĆ”mara? ĀæBaterĆas? ĀæComida? ĀæFotos de mi madre difunta? ĀæEsta bufanda que mi bisabuela cosió cuando no tenĆa un calentador?
Dos valijas para definir una vida entera.
Me arrodillo y rezo a los dioses a quienes no les importa.